¿Quién dijo que los domingos son aburridos? Padre Achanchado II nos transporta a esa escena clásica: un padre cómodo en su silla Cesca, leyendo el diario como si el tiempo se hubiera detenido. Muy de otra época, ¿no? Este cuadro es perfecto para darle un toque de humor y nostalgia a cualquier espacio. Ideal para quienes disfrutan de los pequeños grandes momentos de la vida.
