Dos jóvenes se encuentran en un beso sereno, de esos que nacen sin ruido y lo dicen todo. Son almas soñadoras, enamoradizas, que disfrutan de las cosas simples de la vida: una mirada, una pausa, un instante compartido. En esta escena, el amor se vuelve suave, cotidiano y profundamente sincero.
*Este cuadro si lo queres combinar iría por La Naranja Mecánica y Verde Te Quiero
